Cave, Gira, Lunch: confrontar para trascender
Se pueden encontrar estos días en Filmin tres documentales sobre The Birthday Party, Swans y Lydia Lunch, y en ellos hay intensidad y reflexión. Los recomiendo todos.
Lo mejor del punk no fue el punk en sí mismo, porque enseguida se convirtió en una fórmula igual de rutinaria y estandarizada que aquello contra lo que se rebelaba. Lo mejor fue lo que propició: la deconstrucción de las formas clásicas del rock y la democratización del acto escénico. Cualquiera podía hacerlo, y podía hacerlo de la forma en que quisiera. Creo que del punk surgieron todos los grupos de los 80 y los 90 que me gustan -aunque luego emprendiesen caminos estilísticos que no tuviesen que ver con ello-, pero tomaron aquella explosión como un punto de partida, como si el edificio que estaba antes ahí hubiese sido demolido y ahora tuviesen delante todo un solar sobre el que construir lo que quisieran… o demoler los otros edificios que aún quedaban en pie.
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